Mentiras

por Libertad Periodística

Nada es lo que parece: Atenas Bracamonte Hernández

Esto me lo escribieron, para justificar un acto cruel.

No cometas el pecado si no vas asumir las consecuencias.

No tengo una idea clara de lo que quiero en un futuro cercano, es más fácil para muchos admitir que las cosas buenas se demoran en venir, tan sólo para no cuestionar la responsabilidad de lo que está tan cerca, ¿Para mí?, quiero ser mejor cada mañana, mejor que el día anterior y es difícil para alguien al que le cuesta tener la mente clara, y no porque piense mucho, o sea ajeno al resto, si no porque cuando algo sucede, trata de verlo completo para no tener sorpresas en el camino.

Prefiero ser niño y admitir mi culpa por un plato que rompí por casualidad, quisiera volver atrás y verme con mi padre jugar fulbito de mano en el parque del barrio en el que crecí, habían pequeñas ferias, ornamentas y guirnaldas colgadas en los árboles que hoy son enormes, quiero ir con mi padre de la mano y sentirme seguro de lo que realmente quiero en ése momento, pedirle un algodón de azúcar, una manzana acaramelada, aunque no era fanático de los dulces ni siquiera aun de grande, quizás lo hacía para justificar mi infantilismo, y lo pedía porque había visto a otro comer, pero …

Estar con él ahí… hace que me tiemble la mano al tipiar, como puedo discernir el personaje de este texto si soy yo mismo de quien hablo, como puedo dejar de temblar, es decir. Quizás recordar los bellos momentos de aquel generoso padre que me dio mi madre hace que me ponga a pesar cuanto lo quiero realmente, son enormes personas los 2, aunque no pasen del 1.70. Es hermoso los pequeños bagajes que tiene mi mente al recordar mi infancia junto a ellos. Mi madre siempre obstinada por que termine la sopa, amenazando a diestra y siniestra que si no terminaba de comer, no saldría a jugar canicas afuera, mi padre… esperándome a la hora de salida de mi colegio para llevarme a comer cualquier cosita, y demostrarme con esas cositas lo dulce y pasajero que es la vida.

¿Por qué tengo tanto sentimentalismo?

—– No lo sé —-

No soy viejo, así que no te daré el gusto de decirte la edad, mi padre se enamoró de la mujer más justa que dios haya podido crear, (si existe tal divinidad) siempre tuve curiosidad por saber cómo fue el cortejo, y eso es algo que al menos para mí es un enigma, en aquel entonces, mi madre tenía una hija de apenas 6 años si mal no recuerdo. Tuvo que amarla hasta los huesos para asumir ésa responsabilidad, no es fácil. Quizás por eso mi padre a pesar de estar separado de…, aún la ama hasta los huesos.

Lo puedo ver en sus ojos ya marchitos por el pasar de los años, cuando después de beber hacía arengas de ella, mi madre, siempre decía que ella era de puta madre, y que dentro de su machismo, sólo hizo parir a una mujer. ¿Cuánto amor puede caber en un varón de casi 70 años?, me pregunto con lágrimas en los ojos y tembloroso al seguir tipiando. ¿Cuántas veces podemos amar?,

—- No lo se —-

Pero qué envidia me da al saber que ellos fueron felices sin tan ni siquiera empezar bien. Mi abuela le cogió tirria al primer compromiso de mi…, y fue celosa hasta el día que entrego a mi madre por segunda vez, no la culpo, yo también haría lo mismo por alguien a quien amo.

Si te cuento esto es porque quiero que tengas algunas cosas de mi persona en claro, yo no vengo de una familia feliz, el primer y único amor de mi madre nunca fue mi…, y a pesar de eso él fue valiente, al asumir una responsabilidad que no le competía, entonces, ¿Por qué yo no puedo hacer casi lo mismo?
Quizás nuestra relación haya empezado de atrás hacia adelante, como saberlo si tú misma me lo has dicho, ¡ nunca empezamos !. ¿Y quien dijo que hemos terminado?

En lo personal, siempre fui mendigo, un fantoche, un gran amigo, un aprendiz de seductor, me intereso más las caras bonitas y el buen cuerpo, no me quejo, si lo tuve muchas veces, y de esa misma forma también las rechacé. Me gusta tu personalidad y tienes un no sé que en el físico del que no quiero ser sabueso al buscar, no quiero perder ése maravilloso encanto que siento por ti, eres inteligente, aventurera, lista, rápida, sensible y sumamente familiar, te llevas bien con todo lo que tocas, admiro eso!, será porque lo carezco.

Te confieso mis emociones por ti, supuse que no iba a ser nada difícil entablar una relación contigo, te soy sincero, sabía que si yo iba a ser el primero en tu vida sexual, te iba a cambiar, sabía que si no me enamoraría de ti, todo estaría bien, pero que fácil es tipiar, ¿Sería mucho o poco si te propusiera presentarte a mi familia como mi enamorada?, aunque eso no cambie nada. Contigo fui un politiquero que tan sólo quería la rerererere elección. Pero a pesar de haber tenido poder, siempre cuando se aleja uno de éste mismo, siente una nostalgia por lo que quizás ya no vendrá. Te dije claramente que volvería, sólo que ese volver ha tenido contratiempos. Una vez me diste a entender que era culpable de aquellas cosas aunque no las haya cometido. Pero éste culpable aún tiene derecho a un juicio.
Y mi única verdad es que te extraño, y no sabes cuánto.

Quiero ser como mi padre, responsable, quiero ser como mi madre, terco e inefable. Creo que es más fácil decir que soy maricón que admitir que te amo y es más fácil decirlo por televisión que decirlo por radio. Hay oportunidades en la vida y está en nosotros aprovecharlas, si estas gestando, quiero estar ahí, verlo crecer, coger sus manitos, y hacerlo sentir lo que hoy siento por mis viejos, te soy sincero, me cago de miedo. ¿Esto te dice algo?.

Deja un comentario