Posts tagged ‘cultura00’

May 2, 2011

Nori Rojas Morote…Entre el canto y la poesía.

por Libertad Periodística

Nori Rojas Morote (Huanta-Ayacucho,1957) profesora, escritora de cuentos para niños, poeta y cantautora.

Estación

Me has dejado preñada
de nostalgia y de recuerdo
por haber sido estación 
del tren descarrilado
de tus engaños y tus ruegos.
 
Mutaciones
 
De  guitarra a cigarro,
de canción a martirio,
de alegrías a penas,
de pasión a dolor,
de sonrisas a llanto,
de anhelo a amargura,
de estar llena de vida,
me he muerto de amor.
May 2, 2011

Conversando con LILY CUADRA.

por Libertad Periodística

Lily Cuadra es una escritora norteña (Chiclayo) que ha vivido casi toda su vida en Lima. Es Promotora Cultural, narradora y poeta. Corresponsal en Buenos Aires del Suplemento de Verano del Primer Club para Melómanos. (Rosario) Administra la Agenda web Magazín Cultural: Quisiera ser la miel que endulce tu amargura.

Más poemas cómo este en: El mundo de Lily Cuadra

NUNCA CALLES
 
Nunca calles pájaro de la noche
las tinieblas necesitan el gorgojeo de tu canto
para romper las murallas del silencio
nunca calles
los espectros se atosigan con suspiros
se asustan con las sombras
y mueren con tu canto
nunca calles pájaro de la noche
nunca…
yo sigo buscándote arodorosa
entre las ramas del jacinto y de la rosa
en el alba de mis locos despertares
y en el oscuro azul de tus cantares
nunca calles pájaro de la noche
nunca…
 
abril 6, 2011

Sin título

por Libertad Periodística

Señal subliminal: Por Melissa Lozada

Me recuerdo ese verano sentada en mi escalera contigo, riendo, mirándote comer marciano, sonrojándome cuando me preguntabas si quería ser tu novia, limpiando la lúcuma en tus mejillas. Recuerdo la medianoche, tus zapatillas, tú corriendo hacia una última combi, yo haciéndote adiós tímidamente, tu sonrisa que se aleja a través de una ventana, tus labios moviéndose. Yo entrando a mi casa, callada, pensando ¿dijo te amo?
Recuerdo el ruido que hacía la puerta de tu casa cuando la abrías, la sonrisa más bonita del mundo, yo afuera, comiendo papitas, callada, sonriendo también.
Tu mano en la mía llevándome a tu cuarto, tus discos, tu ropa en el suelo, tus papeles.
Tus preguntas, la forma en que me ponías el pelo detrás de la oreja y esperabas la respuesta que nunca llegaba. La pregunta insistiendo. ¿Quieres?. Mi timidez.
El teléfono sonando al medio día, tu voz media hora, una hora, dos horas, el sonido de la llamada que se corta, el fin de tus minutos para hablar. La ternura.
La conversación en el parque, las botellas de sangría, tu casa, la chata de ron, mi mirada perdida, tu mano llevando la mía, una cama desconocida, tú, tu cuerpo, tu cara, yo amando, besando, diciendo te amo, sonriendo, repitiendo tu nombre.
El sol, la mañana, la respuesta.
Marzo, abril, mayo, junio, julio, las salidas, el viento, las tardes, la risa, los animales, los parques, los almuerzos, la cama, la tele, mi mochila, las canciones.
Agosto, Septiembre, Octubre. Dos años.
Las mentiras, tus cartas, tus mails, tus citas, tus fines de semana sin mí, las llamadas, Ana Violeta.
Claudia, Sofía, Marisol.
Recuerdo la lluvia más fría del mundo, yo corriendo, tu detrás. Tu sonrisa cínica, tu silueta alejándose, tu voz negando todo, gritándome “loca”, yo parada en la mitad de la calle, las lagrimas, algo que duele, que asfixia, la sal.
La nada. Este cuerpo que no es mío y que no pesa nada, que flota, que ha despertado de un coma largo y ya no sabe cómo hablar ni cómo comer. El filo de los cuchillos. El tiempo.
Aún recuerdo la sonrisa más linda del mundo y al chico más lindo del mundo un verano. Me recuerdo impaciente esperando la combi que lo traía a mí, el olor del mediodía.
Y a pesar de los años y la gente que siguió, no sé por qué hasta hoy no he podido volver a comer marcianos de lúcuma. No entiendo por qué si “todo se olvida” y en estos 4 años se me han olvidado tantas cosas, aún no se me olvida que una vez estuve en una casa grande que olía a ají de gallina, que estuve ebria, enamorada y fui muy feliz.

abril 4, 2011

CONFUNDIDO

por Libertad Periodística

Nada es lo que parece: Atenas Bracamonte

El sabor de sus besos ya no le sabía a amor,

solo eran labios abriéndose y cerrándose,

intercambiando bacterias,

él se había enamorado de otro corazón

y estaba listo a dar el gran paso – dejarla-

tenía que hacerlo,

su corazón ya pertenecía a otra mujer,

a otro aroma,

a otro sexo

a otra piel y era difícil volver

a amar a aquella que siempre se quedará amando sola

es su destino,

es su maldición

o quizás su suerte sin que se dé cuenta.

marzo 30, 2011

Burn, baby.

por Libertad Periodística

Señal subliminal: Por Melissa Lozada

Yo soy la malvada que se mete con chicos que tienen novia, esposa, enamorada. Sí, yo soy la chica que toma, fuma, se droga con ellos y les cuenta historias de terror.

Ajá, una bohemia locaza que los hace sonreír.

Qué chévere eres, dicen, ¿por qué no te conocí antes?

Por esa costumbre de ser la última en llegar y la primera en irse, contesto mirando el techo, y me dejo desnudar.
Basta de escándalos, no me voy a quedar con ellos, porsiaca; yo tendré un novio algún día, apodado Belcebú, y me iré con él al inframundo. En esta vida todos tenemos lo que merecemos, así que, que nadie llore.

marzo 29, 2011

Mentiras

por Libertad Periodística

Nada es lo que parece: Atenas Bracamonte Hernández

Esto me lo escribieron, para justificar un acto cruel.

No cometas el pecado si no vas asumir las consecuencias.

No tengo una idea clara de lo que quiero en un futuro cercano, es más fácil para muchos admitir que las cosas buenas se demoran en venir, tan sólo para no cuestionar la responsabilidad de lo que está tan cerca, ¿Para mí?, quiero ser mejor cada mañana, mejor que el día anterior y es difícil para alguien al que le cuesta tener la mente clara, y no porque piense mucho, o sea ajeno al resto, si no porque cuando algo sucede, trata de verlo completo para no tener sorpresas en el camino.

Prefiero ser niño y admitir mi culpa por un plato que rompí por casualidad, quisiera volver atrás y verme con mi padre jugar fulbito de mano en el parque del barrio en el que crecí, habían pequeñas ferias, ornamentas y guirnaldas colgadas en los árboles que hoy son enormes, quiero ir con mi padre de la mano y sentirme seguro de lo que realmente quiero en ése momento, pedirle un algodón de azúcar, una manzana acaramelada, aunque no era fanático de los dulces ni siquiera aun de grande, quizás lo hacía para justificar mi infantilismo, y lo pedía porque había visto a otro comer, pero …

Estar con él ahí… hace que me tiemble la mano al tipiar, como puedo discernir el personaje de este texto si soy yo mismo de quien hablo, como puedo dejar de temblar, es decir. Quizás recordar los bellos momentos de aquel generoso padre que me dio mi madre hace que me ponga a pesar cuanto lo quiero realmente, son enormes personas los 2, aunque no pasen del 1.70. Es hermoso los pequeños bagajes que tiene mi mente al recordar mi infancia junto a ellos. Mi madre siempre obstinada por que termine la sopa, amenazando a diestra y siniestra que si no terminaba de comer, no saldría a jugar canicas afuera, mi padre… esperándome a la hora de salida de mi colegio para llevarme a comer cualquier cosita, y demostrarme con esas cositas lo dulce y pasajero que es la vida.

¿Por qué tengo tanto sentimentalismo?

—– No lo sé —-

No soy viejo, así que no te daré el gusto de decirte la edad, mi padre se enamoró de la mujer más justa que dios haya podido crear, (si existe tal divinidad) siempre tuve curiosidad por saber cómo fue el cortejo, y eso es algo que al menos para mí es un enigma, en aquel entonces, mi madre tenía una hija de apenas 6 años si mal no recuerdo. Tuvo que amarla hasta los huesos para asumir ésa responsabilidad, no es fácil. Quizás por eso mi padre a pesar de estar separado de…, aún la ama hasta los huesos.

Lo puedo ver en sus ojos ya marchitos por el pasar de los años, cuando después de beber hacía arengas de ella, mi madre, siempre decía que ella era de puta madre, y que dentro de su machismo, sólo hizo parir a una mujer. ¿Cuánto amor puede caber en un varón de casi 70 años?, me pregunto con lágrimas en los ojos y tembloroso al seguir tipiando. ¿Cuántas veces podemos amar?,

—- No lo se —-

Pero qué envidia me da al saber que ellos fueron felices sin tan ni siquiera empezar bien. Mi abuela le cogió tirria al primer compromiso de mi…, y fue celosa hasta el día que entrego a mi madre por segunda vez, no la culpo, yo también haría lo mismo por alguien a quien amo.

Si te cuento esto es porque quiero que tengas algunas cosas de mi persona en claro, yo no vengo de una familia feliz, el primer y único amor de mi madre nunca fue mi…, y a pesar de eso él fue valiente, al asumir una responsabilidad que no le competía, entonces, ¿Por qué yo no puedo hacer casi lo mismo?
Quizás nuestra relación haya empezado de atrás hacia adelante, como saberlo si tú misma me lo has dicho, ¡ nunca empezamos !. ¿Y quien dijo que hemos terminado?

En lo personal, siempre fui mendigo, un fantoche, un gran amigo, un aprendiz de seductor, me intereso más las caras bonitas y el buen cuerpo, no me quejo, si lo tuve muchas veces, y de esa misma forma también las rechacé. Me gusta tu personalidad y tienes un no sé que en el físico del que no quiero ser sabueso al buscar, no quiero perder ése maravilloso encanto que siento por ti, eres inteligente, aventurera, lista, rápida, sensible y sumamente familiar, te llevas bien con todo lo que tocas, admiro eso!, será porque lo carezco.

Te confieso mis emociones por ti, supuse que no iba a ser nada difícil entablar una relación contigo, te soy sincero, sabía que si yo iba a ser el primero en tu vida sexual, te iba a cambiar, sabía que si no me enamoraría de ti, todo estaría bien, pero que fácil es tipiar, ¿Sería mucho o poco si te propusiera presentarte a mi familia como mi enamorada?, aunque eso no cambie nada. Contigo fui un politiquero que tan sólo quería la rerererere elección. Pero a pesar de haber tenido poder, siempre cuando se aleja uno de éste mismo, siente una nostalgia por lo que quizás ya no vendrá. Te dije claramente que volvería, sólo que ese volver ha tenido contratiempos. Una vez me diste a entender que era culpable de aquellas cosas aunque no las haya cometido. Pero éste culpable aún tiene derecho a un juicio.
Y mi única verdad es que te extraño, y no sabes cuánto.

Quiero ser como mi padre, responsable, quiero ser como mi madre, terco e inefable. Creo que es más fácil decir que soy maricón que admitir que te amo y es más fácil decirlo por televisión que decirlo por radio. Hay oportunidades en la vida y está en nosotros aprovecharlas, si estas gestando, quiero estar ahí, verlo crecer, coger sus manitos, y hacerlo sentir lo que hoy siento por mis viejos, te soy sincero, me cago de miedo. ¿Esto te dice algo?.

marzo 25, 2011

Y nos hacemos llamar civilizados

por Libertad Periodística

Peleando a la contra: Efer Soto C. / Escritor y periodista.

Hace 2500 años aproximadamente la gente creía en una gran diversidad de Dioses y pensar lo contrario era estúpido y hasta condenado con pena de muerte, no hablo de sociedades cavernícolas, sino de los griegos, romanos, egipcios, etc. por entonces se creía que la tierra era plana y que cada día nacía un nuevo sol que iluminaba la tierra, que se creía era plana hasta siglos después, pensar lo contrario era estúpido. Ahora pensando en esa gente que creía que la vida provenía de esos Dioses, en esa gente que creía que la tierra era plana, lo que nos causa es cierta gracia.

Ahora hemos llegado a “grandes” conclusiones, somos descendientes de los simios, se ha puesto es duda la existencia de un Dios, el universo es infinito. El pensamiento frente a los asuntos fundamentales de la vida ha cambiado drásticamente.

Imagino que sucederá de aquí a mil años… al paso que vamos quizás alguien escriba “increíble como estos pendejos del siglo 21 creían que venían de los monos, si de quienes descendemos son de las ratas” o “que estúpidos para pensar que estaban solos en el universo”, o tal vez otros tantos descubrimiento fascinantes que le esperan a la humanidad.

Como diría una amiga mía, nunca habrá un fin del mundo por que siempre hay más bien que mal, en eso confío, aunque a veces me enoje y escriba “LA RAZA HUMANA DEBERÍA DESAPARECER Y QUE DOMINEN LAS HORMIGAS”, creo sin embargo que quienes nos pueden enseñar a ser más humanos son los animales porque resulta paradójico estarnos bombardéanos entre nosotros y llamarnos civilizados.

marzo 24, 2011

Sin título

por Libertad Periodística

El medio poeta: Martín Huacoto Silva


Me uní.
Con mis miedos.
Miedos.
Un día en que vi/ la imagen más hermosa/
de colores jamás vista.
Ese momento
me enamoré de
mis rollos para siempre.

marzo 24, 2011

Trance

por Libertad Periodística

Onirismos: Juan Carlos Ynuma


Soñé con ella, no había visto su cuarto aún, pero donde estábamos eso parecía ser, era el cuarto de una adolescente, esos con toques de niña y de señorita, no nos decíamos nada, con el fluorescente apagado, unas cuatro velas iluminándonos, ese se transformaba en un lugar pagano, de silencio, de ritual. Alrededor se formaban sombras alargadas y deformes, como espíritus oscuros contemplándonos… en un tazón metálico no se que metal, pero no tenía grabado ningún símbolo tribal, se mecía en dos arcos a los lados, dentro se cocinaban una serpiente y una masa de carne al parecer aún viva, noté que por ratos se movía, pronto definí que era un corazón humano, no llegue a hacerlo, pero sabía que ella cocinaba para mi, y yo estaba predispuesto a ingerir, me encontraba hambriento, mi boca salivaba, ese olor me cubría de ansias…

Despertó antes, cuando estaba apunto de llevarse un bocado, aun percibía el hedor del reptil y la carne cruda, su pijama estaba empapada de sudor, le dolía el pecho, se levantó desesperado, y corrió hasta el baño, vomitó por varios minutos, vomitó hasta sangrar por la nariz. Se quedo reflexivo sosteniéndose con las palmas sobre el borde de la taza.

Faltaba un par de horas para que el cielo se aclare, se metió a su cuarto, encendió la luz, empezó a dar algunas vueltas sobre el pequeño espacio vacío, se rascaba la nuca, le temblaban los dedos, la boca se le secaba, en el pecho había un extraño vacío, lo tocaba y sentía su corazón palpitando con terrible fuerza, pero aun era como si no hubiese nada, se sentó sobre su colchón, y empezó a pensar, intentar pensar en cosas agradables, ¿A dónde se había ido el sueño? Tenía muchas ganas de estar afuera, de que amanezca de una vez, su inquietud amenazaba con hacerlo gritar. Cogió el Sketch book que reposaba sobre el estante de libros, abrió el ultimo cajón de su velador, entre las reglas, papelitos, una cartuchera, encontró el lápiz carboncillo y pintarrajeó la cartulina en blanco, líneas sin sentido, formas absurdas, nada concreto, muchas sombras, muchas cruces, las palmas se manchaban, las yemas se ponían rojas, la muñeca dolía, sin embargo tras unos minutos, apareció un excelente retrato de Vanesa arreglándose el cabello frente al espejo, quedo pasmado en la contemplación de su ser, el dibujo tenía gran realismo, estaba plagado de obsesivos detalles, había conseguido plasmar con una exactitud tenebrosa el siniestro brillo de su mirada reflejada en el vidrio, daba la impresión de que aquella chispa oscura traspasaba el papel y hacía contacto con sus ojos, con la misma agudeza que experimentaba en los segundos en los que sus miradas se cruzaban cada vez que el pasaba por su ventana. Acariciaba el papel con lentitud y delicadeza, deteniéndose por el rostro, la espalda, la cintura, acercó el dibujo a sus labios, cerró los ojos, le dio un largo beso sin presionar mucho el papel, no entendiendo aún si besaba la belleza de su creación, o si la besaba a ella.

marzo 23, 2011

AFORTUNADOS

por Libertad Periodística

Nada es lo que parece: Atenas Bracamonte  Hernández

Afortunados los que aman y son correspondidos,
porque en cada beso olvidan la vida de mierda
que existe fuera de su frágil burbuja,
porque a ellos les pertenece la efímera felicidad,
porque sus ojos se cierran para mirar solo su amor
y su boca degusta solo dulces besos
y laspalabras fingidas
y los sueños que son puras mentiras.
…Hasta que llega el momento
que uno de ellos despierta y todo se jode,
comienza a pensar ,
a fraccionar el tiempo ,
a ahorrar caricias y a no desperdiciar besos,
cree que decir Te amo muchas veces,
puede desgastarse.

marzo 18, 2011

Francesca

por Libertad Periodística

Peleando a la contra: Efer Soto C. / Escritor y periodista.

A Francesca yo lo había visto muchas veces durante los recreos en el colegio que había cruzado nuestras vidas, no le veía nada fuera de lo común, era un homosexual que se mostraba abiertamente a sus doce años aproximadamente, se pintaba los labios y caminaba como toda una dama, llevaba el cabello corto pero con cortes estrafalarios, calculo que lo vi esporádicamente durante tres años hasta que dejé el colegio; era llamativo por su forma de ser, estaba rodeado casi siempre por otros muchachos que no eran precisamente de su salón, sino de todo el colegio que merodeaban sus flancos como si se tratara de una celebridad. No era justamente pegado a los cánones de la belleza, era un tanto gordito, cachetón, casi siempre llevaba un chupetín rojo que le daba un tono rosa a sus labios, caminaba con la picardía de cualquier niña de doce años, toda una criatura en pleno despertar sexual que conquistaba a muchos de los alumnos del Colegio Nacional de Varones de Vitarte.

Lo que sabía Laura acerca de él era casi lo mismo, sólo agregó que alrededor de Francesca existía un mito, que este pequeño homosexual ejercía una especie de prostitución clandestina, contó que muchos rumoreaban que había sido captado infraganti durante muchos recreos practicando sexo oral en el baño a cambio de cinco nuevos soles, y sexo anal a cambio de quince soles.

marzo 18, 2011

Conversando con Giuliana LLamoja

por Libertad Periodística

*Conversando

Jorge estuvo con la joven poeta Giuliana LLamoja, quién es la autora del poemario: EL AMOR Y LA VIA LACTEA. Giuliana nos contó sobre el mundo que gira su poesía, y sobre todo lo que abarca ser escritor.

marzo 17, 2011

QUIERO

por Libertad Periodística

El medio poeta: Martín Huacoto Silva

Quiero / comer una dona. Llenarme  los labios con azúcar  impalpable.

Que una mariposa se pose / para caminar tranquilo. Como un grupo de tortuga  imitando la famosa foto de los Beatles.

Quiero / cantar una canción  en el jirón de la Unión.

Con la ganancia comprar  un  frapuchino helado  bajo una fuerte garua  en cualquie   mes del año/ quiero bailar / saltando  como una rana/ ser flexible   como un yogui y respirar la alegría de despertar veinticuatro horas otra vez.

 

marzo 17, 2011

Película

por Libertad Periodística

Señal subliminal: Por Melissa Lozada

-¿Qué chucha tienes? ¿Gusanos en el culo?

Te cuento que estaba teniendo una pesadilla en la que soy ferozmente atacada y mordida por un mono-rata de Sumatra, mordedura que hace que inmediatamente caiga al suelo víctima de una hemorragia y un dolor espantoso, para segundos más tarde morir y volver a la vida trasformada en un zombie sin sentimientos.

Destino triste el mío, y el colmo de la mala suerte además, que justo a mí me toque cruzarme con ese animal en plena Aviación con Canada, teniendo en cuenta que en Lima es muy poco probable encontrarse cara a cara con monos o ratas, menos probable aún que ande suelto un híbrido fruto de la violación de una monita linda por un roedor diabólico, y menos probable, además y todavía, que esa criatura sea el mono-rata con la maldición de una tribu asiática de la película Braindead, que es el que aparece en mis sueños. Qué mala suerte hasta para soñar.

Y que mala suerte soñar justo eso y ponerme a temblar, babear y meter patadas al aire la misma noche en que duermo por primera vez contigo. Peor no me podría portar.

Pero mucho caso no me has hecho y ya te has dormido denuevo, respiras pausadamente y te ves muy bonito, tanto que estoy empezando a darme cuenta de que eres un humano apetitosamente bello y sereno y yo una loquita atarantada, más que eso, un freak, un extraterrestre, un insecto mutante, un monstruo de serie B.

¿Cómo será ser un personaje tétrico por una noche, una de esas criaturas ridículas pero terriblemente sanguinarias de las películas gore de bajo presupuesto?

El ataque de la mujer zombie en el piso 4, pienso.

Me acerco, te huelo, te miro de cerquita.

“Te voy a comer” te digo en voz baja, y tú, creyendo que me refiero a otra cosa, ingenuamente sonríes.

marzo 15, 2011

Una dosis más

por Libertad Periodística

Onirismos: Juan Carlos Ynuma

… Pasar noches enteras fumando, tomando, aspirando de todo, era algo que se daba si o sí cada fin de semana. Era lógico que algún día mi cuerpo tenía que responder a tal abuso, pero éste siempre era acallado por las falsas mascaras de energía, valor, alegría, todo lo que me hacía resistir hasta el amanecer, por lo general terminaba desmayado en medio de un muladar de cuerpos semidesnudos, o en el suelo de alguna casa que con grandes esfuerzos de memoria descubría que pertenecía al amigo, del amigo, del amigo, de algún conocido mío. Tenía la colilla entre los dedos, un par de centímetros faltaban consumirse, como había quedado inmóvil como un maniquí sonriente césar me lo arranchó. Esa vez mi cuerpo respondió como debía responder, sin dejarse cubrir por ninguna máscara, quiso que lo escuchen, luchó por lograrlo, cuando lo consiguió yo ya no pude regresar, estaba fuera, había muerto.

Ocurrió al sexto cigarrillo, que ironía que ese aya sido el que más disfruté, porque me hizo recostar en la pared cargado de relajo, mis ojos veían hondas transparentes de tenues colores hipnotizándome, César estaba al frente haciendo no se que, mi visión distorsionada no lo podía definir, veía su silueta borrosa también recostada en la pared, su cara me miraba, de repente me estaba diciendo algo, quizá lo que siempre solía decir, ¿Qué tal el viaje Dani? Yo estoy en otras Brother… luego lo pude escuchar, no me decía eso, sino repetía mi nombre una y otra vez, pronto me di cuenta que subía el volumen de su voz, ahora lo gritaba acercándose, ¡Daniel, Daniel! ¡Puta madre! ¡Daniel! El tacto de sus manos apretando mis mejillas desesperado porque reaccione, es el último recuerdo de cuando aún pertenecía a mi cuerpo. Porque después tras una punzante sensación de frío, se partió en dos la realidad, luego me escuche gritar con pánico mientras algo me tragaba y creó que yo me negaba a ceder, claro que fue en vano, pues luego me encontraba donde estoy ahora, en el vacío. Todo lo que veo sin necesidad de mis ojos parece insensible a mi extraña presencia, aunque todo emite sonido y despide débiles halos de luz, no puedo palpar nada y nada me palpa a mi, existo y no a la vez. No se si debería hablar de minutos o segundos, quizá eso ya no tenga sentido aquí, nomás sé que luego de un momento el remolino etéreo a mi alrededor se disipó. Ante mi estaba la espalda de César, rogaba por encontrarme algún signo de vida, aún guardaba esperanzas, fue grande el susto que se llevó cuando vio salir por mis fosas dos filas de espesa sangre oscura, comprendió que lo que tocaba era un cadáver. Lo vi soltarme como si no resistiese el hielo de mi piel, no soportaba ni siquiera mirarme, se alejaba de costado con la cabeza agachada, su miedo me afectaba, lo percibía como parte del espacio flotando invisible igual que yo. Se arrimó hacia la esquina donde encogió sus extremidades igual a un niño temeroso, no supe más que pasó ahí.

La misma fuerza que me alejó del cuerpo volvió a absorberme, esta vez con menos violencia, permitiéndome pasear por los nebulosos sitios donde me hacía aparecer, no eran sino lugares familiares, algunos muy rebuscados o perdidos, al verlos reaparecían ante mi muchísimos recuerdos, muchísimos detalles, el pasado y el presente se revolvían. Veía desde arriba una a una a las mujeres con quienes tuve aventuras, me comprometí, también las que me gustaron y nunca tuve el valor de conocer, dormían, soñaban, fue ahí que me di cuenta que solo las personas con quienes compartí momentos en vida me sentían quizá como alguna brisa inexplicable cuando en mi se encendía un fuerte deseo por estar a su lado. Al aparecer sobre mi madre ésta se despertó de un salto, prendió las luces, revisó los cuartos, se apretaba el corazón de tanta angustia, me mantuve cerca de ella observando la preocupación pasmada en su rostro, su miraba oscilaba entre el reloj y la puerta, después se vistió decidida a buscarme. Con tristeza di un paseo por los pasadizos de mi casa, por mi habitación donde en mi presencia los objetos que más solía usar reaccionaban con ligeros temblores, suficientes para alarmar a mi padre, mis tíos que vinieron de visita, mi hermana, todos percibiéndome gracias a algún nexo espiritual que interpretaban con temor.

Durante el recorrido por los paraderos de mi vida descubrí que iba en retroceso, lo que tenía no podía llamarse memoria, era algo más amplio, más capaz, registraba cada instante de mi existencia, pronto me entendía más y me quería menos, al culminar el viaje, era un manojo de experiencias frustrantes, de conocimiento, de amargura.
Que terrible, la vida fuera del cuerpo aunque diferente era la misma, me encuentro flotando ante mis recuerdos, y en ningún momento ceso de sentirme incompleto. Pienso que este es el infierno, mi infierno, hay momentos en los que caigo en algo parecido al sueño humano donde me siento tranquilo con la sensación de que se abriera un camino nuevo hacia un lugar pacífico, en ese instante escucho el llanto de mi madre, sus reproches, sus lamentos, es como despertar, vuelvo a encontrarme en este espacio incierto, lleno de voces, reflejos, destellos, penumbras, reaparecen en mi necesidades de la carne imposibles de saciar, hambre, sed, además cuanto desearía tener manos, pulmones, encéfalo, para hacer posible experimentar un momento la sensación de escape que solo otorga la administración de una dosis más…