Tres

Estrenando la nueva columna.
Desde mi buhardilla: Jorge Luis Chamorro / escritor y artista audiovisual

Diciembre

Y de repente nos encontramos debajo de una mesa
Tú eras un manojo de nervios
Yo una raspadilla multicolor
El presidente dice por la televisión
Que vamos creciendo como nadie en el mundo
Mirando de soslayo
Cómo van cayendo jóvenes cuerpos en la ceja de selva
Bagua, Moquegua o Andahuaylas
Da lo mismo, si -según él- son de segunda clase

Hay silencio

El pueblo no para de trabajar
En lo que sea por 500 soles
Dos mil nueve
Doble Nueve
Chiki chiki chik

De repente nuestro destino sea también
Encontrarnos siempre
Debajo de una mesa

Tú eras un ángel con botines negros Reebok
Yo un disco de Slayer
Los dos en la arena
Nuestros rostros y la fina garúa limeña.

 

NN

Pensaste que jamás irías a tener noticias nuestras
Que la tierra no iría a hablar jamás
Que las paredes no tendrían oídos
Pensaste mal, otra vez.

La luna nos guiña su ojo morado
Y ríe porque sabe lo que vendrá
El éxito será mi venganza.

No he olvidado mi promesa
Por eso sigo buscándote,
Flor de retama
Ellos no nos dejaron saber lo que es amar
Fundieron nuestras piernas con la tierra.

Tus líneas de expresión son mis venas
Y recorro tu rostro sudor frío
No puedo aterrizar y decirte que te extraño
Nos han reventado a punta de alcohol.

Y así como estoy, digno y dulce mozuelo, busco tu trono
Exijo lo mío
Devuelve nuestros huesos
Velorio de cuerpo presente
No de ropa tendida.

Papá no te hizo nada
Ella mucho menos.

El éxito será mi venganza.

Soy arena infinita arena
Que se mete en tus ojos y oídos
Y no cesa de inquietarte.

Aquí no funcionan las AKMs
Da la maldita orden de una vez
Y devuelve nuestros huesos
Y todos los huesos que nos robaste.

El éxito será nuestra venganza.

Sin título

De pronto regresé de Bogotá
Más ansioso que nunca
Lima seguía tan húmeda
Como mis ojos tras ver los dibujos
Del maestro Edilberto Jiménez
Durante la guerra interna.

Me perdí entre Uchuraccay, Cayara, Accomarca,
Huanta, Lucanamarca, Soccos, Chungui, Huamanga,
Putis, Estadio Municipal, Cabitos, Santa, Tarata,
Barrios Altos, Cantuta…
En medio de un narco-estado
Y tanta carne de cañón.

No quiero pensar ese oscuro pasado y este futuro incierto
De nuestras pupilas y labios
Resecos por la resaca de tantas noches
Con la vela puesta en el pico de una botella de inka kola.

No sabes cuánto me gustó verte en el terminal del bus
Tras mi regreso de Arequipa
De donde hablé sobre mi dividido país.

¿Por qué fuimos niños cuando el país de derrumbaba?
No te tortures, me dice el sol
Todo ha pasado, añade el viento
Uno lleva la vida que se merece,
sentencia la pacha mama.